Martes, 27 de mayo, de 18:00 a 20:00 h.
Queridos amigos del Aula de Música:
Tras la última sesión, con mucha música popular, programamos para el mes de mayo, concretamente el 27, algo que varios miembros han pedido, música española, en concreto el siglo XVIII español completo.
Sin ánimo de establecer divisiones, aparecen en este periodo, por una parte, autores de origen español y centrados en música escénica.
Los primeros que contemplamos corresponden a la primera parte del siglo y, por tanto, son coetáneos con el periodo barroco, aunque, como siempre, los encasillamientos son engañosos.
Algunos de los más conocidos:
- Sebastián Durón (1660 – 1716)
- Antonio de Literes (1673 – 1747)
- José de Nebra (1702 – 1768)
Posteriores, ya inmersos en el clasicismo:
- Blas de la Serna (1751 – 1816)
- Vicente Martín y Soler (1754 – 1806)
- Félix Máximo López (1742 – 1821)
A partir de la tercera década del siglo aparece una legión de compositores de origen italiano.
El fenómeno de esta traslación no es nuevo ni original. En el reinado de Luis XIV de Francia (muere en 1715 y, por tanto, puro barroco), hay en ese país una invasión de autores barrocos italianos, el más conocido probablemente es Jean Baptiste Lully, originalmente Gian Battista Lullio, que inician y hacen florecer el barroco francés, que, con esta semilla alcanzó un interesantísimo desarrollo autónomo.
En España el proceso es más tardío, el primero que aparece por aquí es Domenico Scarlatti, en 1729. Domenico viaja a Lisboa en 1720 a enseñar música a Bárbara de Braganza futura esposa de Fernando VI. En 1729 se traslada a España a la corte de este último, que todavía era príncipe heredero, y permaneció aquí hasta su muerte en 1757.
Luigi Boccherini: (1743 – 1805)
Viene a España sobre 1768. Hay una versión oficial, pero, al parecer vino detrás de la cantante Clementina Pelliccia (con la que terminaría casándose). Cherchez la femme.
No viene a la corte de Carlos III, quien tenía un interés nulo por las artes, sólo tenía tiempo para la caza, sino a la de un personaje esencial para las artes de la época, el hermano menor del rey, Luis Antonio de Borbón y Farnesio, (1727 – 1785). Éste había tomado, por necesidad, la carrera eclesiástica, siendo nombrado cardenal arzobispo de Toledo y primado de España en 1735, o sea con 8 años. Más adelante fue nombrado también arzobispo de Sevilla, aunque entonces ya tenía 14 años.
Luis deseaba abandonar la vida eclesiástica, puesto que no tenía vocación religiosa, sino otros intereses. Sus aficiones eran la danza, la música, el tiro, la caza y la esgrima. En 1754 (19 años) comunicó su deseo a su hermano, el rey Fernando VI, pues, según escribió: «aspiraba a una mayor tranquilidad de su espíritu y seguridad de su conciencia», entonces se diría así.
El rey accedió a la propuesta y el Papa aceptó su renuncia, por lo cual se le permitió ese año abandonar la carrera eclesiástica.
Tenía su sede en el palacio de Boadilla del Monte que está recientemente restaurado y merece la pena visitar.
Carlos III no le trataba muy bien y, tras su matrimonio morganático con María Teresa de Vallábriga, le desterró a Arenas de San Pedro, donde se conserva otro interesante palacio.
Fue protector de varios pintores, entre ellos, Goya y Luis Paret, y de músicos, el más renombrado Boccherini.
Fue padre de María Teresa de Borbón y Vallábriga, condesa de Chinchón y casada con Godoy.
Goya la pintó en su célebre retrato.
Era violonchelista y compuso mucha música para el instrumento, lo cual no le impidió componer muchos cuartetos y, sobre todo, quintetos, varios con guitarra, que están entre lo más original de su producción.
Gaetano Brunetti: (1744 – 1798)
Era violinista y vino a España a hacer méritos en la corte de Carlos IV.
Vivió casi toda su vida aquí, está enterrado en Colmenar de Oreja donde residió sus últimos días. Tiene un catálogo extensísimo con innumerables tríos, cuartetos y sinfonías.
A pesar de su origen italiano, la obra de todos ellos está influida por la música española y como tal deben ser considerados.
Padre Antonio Soler: (1729 – 1783)
Natural de Olot, fue maestro de capilla de la catedral de Lérida, hasta que vino a residir al Monasterio de El Escorial.
Estudió allí con José de Nebra y Domenico Scarlatti, desarrollando su estilo propio que le ha llevado a ser uno de los músicos españoles con más proyección, con más grabaciones internacionales.
Características de estos últimos:
Estos músicos son una buena prueba de lo absurdo de decir que se acuesta uno en el barroco y, por la mañana se despierta uno en el clasicismo.
Todos ellos están a caballo entre el barroco y el clasicismo, incluso se pueden encuadrar en un periodo llamado el rococó.
Esto, en el fondo, es poco relevante.
Lo que sí es cierto es la asunción del estilo español en todos ellos. Como anécdota, casi todos compusieron famosísimos fandangos.
En fin, como decía, según unos, Blaise Pascal y según otros, Mark Twain, he tenido que escribir un poco largo porque no he tenido tiempo de hacerlo más corto.
En este enlace hay mucha de la música que se oirá en el Aula de Música:
Os esperamos.