«Los creyentes vivían todos unidos y lo tenían todo en común. A diario frecuentaban el templo en grupo, partían el pan en las casas y comían juntos alabando a Dios con alegría y de todo corazón»
(Hch. 2, 44-47)
Cuando los Hechos de los Apóstoles nos hablan de las primitivas Comunidades Cristinas, nos están hablando de la Iglesia. Y nos están señalando el camino. Y en ese camino, indican como fundamental: la fidelidad a la ORACION, la ENSEÑANZA DE LOS APOSTOLES y la EUCARISTÍA, y añadían que, entre todos, atendían a las necesidades de la comunidad.
De cara al día de la Iglesia Diocesana (8 de noviembre), queremos hacer una llamada de atención para concienciar a todos los miembros de la Comunidad de la necesidad de sostener entre todos nuestra comunidad parroquial, también en los temas económicos.
No solemos hablar de economía de la parroquia. Pero nos gustaría compartir con vosotros nuestra preocupación por la enorme caída de los ingresos en la parroquia desde el mes de marzo. Es cierto que sigue existiendo una buena generosidad para ayudas concretas a los necesitados en este momento de la Pandemia, a través de Caritas. Y eso nos llena de satisfacción.
Por este motivo, en primer lugar, queremos AGRADECER: Agradecer a las personas que desde hace tiempo (algunos más de 25 años) vienen colaborando periódicamente a través de las suscripciones bancarias. También a los que generosamente aportan cada domingo en las colectas para el sostenimiento de la parroquia. Y a esas personas que en momentos puntuales, como durante la crisis de la pandemia, o celebraciones especiales aportan también su ‘donativo’ para las necesidades de la parroquia.
Y, en segundo lugar, intentar CONCIENCIAR a los que todavía no han descubierto la necesidad de contribuir económicamente al mantenimiento de su parroquia y de la Iglesia. Entre las distintas parroquias de la Diócesis, hay un Fondo de Solidaridad, de manera que las parroquias que, hasta ahora, se pueden mantener (como es la nuestra) colaboran para el mantenimiento de las parroquias ubicadas en zonas necesitadas. Es evidente que esta situación se ha agravado con la crisis actual.
Cada uno de nosotros es una pieza fundamental de la Comunidad, para hacer visible el amor de Cristo, con nuestra actitud y nuestro compromiso hacia los demás. La colaboración económica es una de las expresiones de ese compromiso y por eso, más allá de los medios que os proponemos, lo fundamental es el vínculo de sentirnos parte de lo que la parroquia es y hace para sus miembros y toda la Diócesis.
COMO HACER VUESTRA APORTACIÓN
Queremos recordar los medios que ya existían y alguno adicional que los nuevos tiempos nos invitan a implantar.
- Por supuesto, siguen, y es el camino más eficaz, las suscripciones periódicas, sean mensual, trimestral, semestral o anual. O sea, como hasta ahora. (Puedes descargar el modelo)
- También las aportaciones en las colectas de las Eucaristías dominicales.
- Y las aportaciones por los servicios que se solicitan a la parroquia, sean funerales, bodas, bautizos… y que exigen tiempo y medios como la luz, calefacción, limpieza, etc.
- El CEPILLO ELECTRÓNICO que se colocará al fondo de la iglesia y en el cual, sin necesidad de claves o pin ninguno, se podrán hacer donativos con la TARJETA de 5, 10, 20 y 45 euros.
– Simplemente señalar la cantidad y acercar la tarjeta. - BIZUM, que es un método cada vez más utilizado y que permite hacer donaciones de manera rápida y sencilla (bueno, como todo hay que aprender). Tan sólo tenéis que abrir la aplicación de vuestro banco y enviar el donativo al número 01167 (Parroquia Pío XII).
En cualquier caso, como ya hemos dicho, los medios sean manuales o tecnológicos, son sólo instrumentos, en este caso al servicio de vuestra colaboración con la parroquia.
Como os indicaba unos párrafos más arriba, os podéis descargar el modelo de la hoja de suscripción, aunque por supuesto la podéis recoger de las mesas o expositores al fondo de la iglesia.
Queremos añadir dos detalles concretos.
- Las obras realizadas en los salones y entrada de la parroquia, han sido sufragadas, en su totalidad, por la Congregación de Misioneros del Sagrado Corazón al ser ella la propietaria del inmueble, que pone a disposición de la parroquia.
- Las suscripciones, donativos personales entregados a la parroquia o donativos a través de Bizum, gozan de una importante exención fiscal. Para ello hay que solicitar el certificado en la parroquia.
Y sea cual sea vuestra decisión, sabed que podéis contar con la parroquia, como parte de la Iglesia que nos dejó Jesús con el encargo de ser servidores de todos, de manera especial de los más necesitados y siempre al servicio de la construcción del Reino de Dios.
Lo importante es que os sintáis Iglesia y que valoréis lo que significa vivir en una comunidad cristiana.