Así queremos expresar nuestro agradecimiento a la Comunidad parroquial por tanta generosidad. Desde el Evangelio y sintiéndonos Iglesia. Gracias.
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Este domingo, el Evangelio está lleno de detalles en los que es bueno detenerse. Fíjate en la condición de la protagonista de la historia. Habla de la viuda que da una pequeña limosna. Seguro que recuerdas el pasaje. También la primera lectura habla de una viuda que apenas tiene para comer. Curioso. ¿Te has parado a pensar o sabes por qué las viudas siempre aparecen como personas con pocos recursos? No, no tiene que ver con las pensiones bajas de aquella época. Te animo a que leas el libro de Rut, describe muy bien la condición vulnerable de la viudedad. Pues bien, en la sociedad judía en tiempos de Jesús, la mujer estaba protegida por su marido y convertirse en viuda suponía quedarse desamparada. Jesús pudo darse cuenta del detalle generoso de la mujer, porque se fijaba en las personas a las que la sociedad apartaba. Hace poco lo hizo con el ciego Bartimeo que estaba al borde del camino con una manta como única pertenencia. Del mismo modo lo hace con personas enfermas, con personas hambrientas, con personas que se sienten solas. Por eso, seguir a Cristo, supone adoptar las mismas actitudes que Él tenía. Fijarse en los desamparados.
Curiosamente, esta semana, cuántas personas habrán recurrido a Ella, a la Virgen de los Desamparados, patrona de Valencia, para encomendarse o encomendar a tantas personas rotas por la DANA.
La semana pasada, propusimos a la Comunidad parroquial que también rezase por ellas, que se fijase en ellas y que nos uniésemos en una acción solidaria de ayuda económica por quienes lo están pasando mal y tanto necesitan de nuestra generosidad. La conclusión es, como hemos escuchado en esta misma parroquia,
“La gente es alucinante”
De nuevo, ¡¡¡GRACIAS!!!
Entre los tres días, se recaudaron 12.653,55 €. Gracias, gracias, gracias. Realmente, sois alucinantes.
Este domingo, también vamos a celebrar algo que podemos sentir con orgullo. Celebramos el ‘Día de la Iglesia Diocesana’. Pertenecemos a una Iglesia que se ha volcado ayudando en esta catástrofe humanitaria. Infinidad de clériman, hábitos, camisetas de Cáritas y personas anónimas de infinidad de parroquias manchadas por el lodo, junto a otras de organizaciones sociales y culturales de todo tipo. La Iglesia nos pregunta en la campaña de este año: “¿Y si lo que buscas está en tu interior? Todos tenemos una vocación. Busca en tu interior y descubre el plan que Dios tiene para ti”. ¡Ánimo!
Nos encomendamos, pues, a la Virgen de los Desamparados y nos ponemos bajo la protección de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, Abogada de las Causas difíciles y desesperadas.
La comunidad MSC