Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá
Con esta cita del Evangelio de San Mateo (7, 7) empieza el folleto que, en formato papel y digital (https://www.conferenciaepiscopal.es/wp-content/uploads/Iglesiacatolica2019/index.html#p=3) podemos consultar en nuestras iglesias estos días en que el calor tanto aprieta. Y el repaso que realizar en sus treinta y dos páginas nos permite comprobar cómo sigue en nuestros días el Milagro de la multiplicación de panes y paces.
Porque es un documento preciso y precioso, donde sin falsa pretensiones ni golpes de pecho, la Iglesia realiza un repaso de las cifras más relevantes de su labor dentro de España. Y algunas dan vértigo: más de 4.560.000 horas que han ofrecido a la sociedad sus sacerdotes, seglares y voluntarios; 100.973 catequistas; 11.018 misioneros españoles en el extranjero; 2.700 voluntarios dentro y fuera de las prisiones; 2.587 centros educativos católicos; 2,3 millones de personas, en situación de pobreza, atendidas en sus centros por; 83.951 voluntarios de Cáritas
Sigue, por tanto, la Iglesia en España realizando muchas Obras de Misericordia con enfermos, sedientos, presos, educandos, hambrientos, etc. ¿Estamos contentos por ello? Sí, porque ahí están los católicos, donde más se necesita. Pero, por otra parte, nos entristece, porque sería preferible que nadie estuviera en esa situación de desamparo.
Además, no todas las cifras son para alegrarnos. Del total de ingresos de que dispone la Iglesia solo un 35% procede de nosotros, los fieles; y un 24% de la asignación tributaria. Así que vuelve a repetirse ese milagro de multiplicación por parte de Dios y de su Iglesia, pero también esa invitación a reflexionar si nosotros somos tan generosos como el chiquillo que proporcionó a Jesús eso panes y peces sin esperar nada a cambio.
Así que cada uno debe preguntarse a sí mismo e intentar responder con sinceridad a la pregunta: ¿cuenta la Iglesia de verdad conmigo?