El pasado 15 de mayo tuvo lugar la I Peregrinación familiar de la Parroquia Nuestra Señora del Sagrado Corazón a la sierra de Guadarrama (Madrid), concretamente a Villa Santa Mónica en Becerril de la Sierra.
Casi 120 personas se apuntaron en una jornada lúdica cristiana y familiar que perseguía cimentar las bases de la comunidad parroquial.
El lugar escogido, Villa Santa Mónica, fue el escenario perfecto, una casa de espiritualidad en un paisaje natural rodeado de praderas y hasta su propio riachuelo.
El día transcurrió entre comida y bebida y diversas actividades de carácter gastronómico y juegos organizados por los jóvenes.
Iniciamos la jornada con una marcha de unos 50 minutos desde Becerril hasta Villa Santa Mónica. A pesar de ser temprano, el intenso sol nos auguraba un día caluroso, aunque espectacular.
Menos mal que disponíamos de gran cantidad de árboles que daban una sombra estupenda.
Al llegar a nuestro destino, rezamos el Angelus ante la Virgen, en uno de los enclaves más bonitos del lugar, y dos representantes nos desearon a todos una feliz jornada de convivencia en la naturaleza y nos transmitieron tres palabras clave:
- ALEGRÍA, como la expresión visible de nuestro sentimiento interior.
- COMPARTIR, aportando lo mejor de nosotros mismos para hacer la vida más agradable a los demás.
- ORGULLO, de formar parte de esta comunidad cristiana y parroquial que, por supuesto, tiene como centro a Jesús de Nazaret, y además tiene como patrona y protectora a su madre y nuestra madre, bajo el precioso título de Nuestra Señora del Sagrado Corazón.
Tuvimos un concurso de cata de vinos, donde los participantes tenían que adivinar, totalmente a ciegas, la marca de los vinos probados.
También se celebró un concurso de tortilla de patatas, en el que el sufrido jurado probó hasta 15 tortillas diferentes para dar su veredicto.
Tras la comida, la tarde transcurrió entre partidas de mus y siestas a la sombra, sin faltar las partidas infinitas de fútbol, que fue la actividad favorita de los chicos de la parroquia.
Finalizamos la jornada con una Eucaristía y acto de acción de gracias, amenizada por nuestro fantástico coro, en el que se presentaron a los niños que este año recibían su Primera Comunión en la parroquia.
En la homilía, Manolo, nuestro párroco, nos trasladó 3 mensajes fundamentales:
- Lo bonito que es sentirse y pertenecer a una comunidad como la nuestra, que se escenificó a través hemos visto en la lectura
- La importancia de cuidar los dones recibidos y trabajar para hacerlos fructificar
- Pero, sobre todo, ponerlos al servicio de los demás
Como recuerdo, todos los peregrinos se llevaron una mochila, que simboliza lo que necesitamos para nuestro camino diario, pequeña pero suficiente para llevar lo básico; una moneda que representa los talentos recibidos y un ladrillo cómo símbolo de que cada persona es necesaria para construir la comunidad.
Volvimos derrotados pero felices.